Selección de Venezuela tiene trabajo pendiente dentro y fuera de la cancha

¿Qué puede esperar la selección de Venezuela de su paso por el Mundial de China?  Aunque resulta imposible pronosticar los resultados que obtendrá en la cita de 2019, hay que tener en cuenta el contexto en que se dará esta participación.
El quinteto vinotinto tuvo que transitar el clasificatorio con no poco escollos en el camino. Lesiones de algunas de sus figuras, la baja de Gregory Echenique en la penúltima ventana de este año, la ausencia de jugadores clave en algunos choques por falta de pasajes aéreos y la difícil situación interna por las elecciones en Fevebaloncesto.
A eso se le suma un déficit presupuestario que originó varios escenarios, como el retraso en el pago al cuerpo técnico, la imposibilidad de iniciar la concentración de la última ventana en el tiempo establecido y la incertidumbre acerca del pago del seguro de Echenique.
Si bien muchos conflictos fueron solventados, la verdad es que el año que viene el aspecto económico muy probablemente seguirá privando en la planificación en estos tiempos de crisis.
Lo sabe Duró, que acaba de pactar la extensión de un contrato en el que casi nunca le han respondido a tiempo.
“Estoy muy satisfecho por haber quedado invictos como locales (6-0) y por estar por encima de las expectativas. Ojalá esto sirva para que haya un antes y un después y nos pongamos a trabajar todos por el bien del baloncesto venezolano”, declaró el DT argentino tras la victoria contra Canadá.
El coach también deberá lidiar con la presión que supondrá estructurar el equipo definitivo.
Sobre todo teniendo en cuenta que utilizó a 24 jugadores durante el clasificatorio y cada uno de ellos se sentirá merecedor de un cupo a China.
A su favor el técnico argentino tendrá el conocimiento de un grupo al que, en su mayoría, dirige en Guaros de Lara. Justamente a este equipo le debe la base de la selección el poco roce competitivo, debido a su paso por la Liga Sudamericana y la de las Américas. La LPB en 2018, contando la postemporada, apenas duró dos meses y el futuro no se presenta halagador.
Los precedentes de las participaciones de Venezuela en mundiales de baloncesto no son alentadores. Los precursores del grupo que clasificó el fin se semana a la cita de 2019 ocuparon el puesto 11 en Argentina 1990, el 14 en Indianápolis 2002 y el último en Japón 2006.
Esta vez, con una generación distinta, parece haber razones para pensar que el quinteto vinotinto puede tener un mejor desempeño.
No solo porque vienen de ser campeones de América (2015), sino también porque será interesante ver lo que Duró puede plantear en China a la luz de lo mostrado en el clasificatorio de este año, con la misma base de jugadores que celebró México y que compitió en sus segundos Juegos Olímpicos.
La selección nacional está lejos de la élite del baloncesto mundial. Ocupa el puesto 20 en el ránking (7 en América), pero tiene estadísticas interesantes este año en la eliminatoria continental.
“Hemos sido uno de los mejores equipos defensivos del continente”, apuntó Néstor Colmenares este fin de semana.
En efecto, la defensa y el juego colectivo llevaron a Venezuela a conseguir el pasaje a China y ser líderes de su grupo con récord de  9-1. Son segundos en asistencias (20,6 por partidos) y líderes en rebotes con promedio de 46,1. No obstante, deben mejorar el aspecto ofensivo.
 El equipo de Duró tiene el porcentaje de aciertos en tiros libres más bajo (60,3%), el segundo menor en tiros de 3 puntos (26,6%) y apenas 40,9% de tiros convertidos. Su relación entre robos y pérdidas de balón es de 0,7, la cifra más alta de estas ventanas.
Los últimos partidos del clasificatorio, en febrero, llevarán a Venezuela a enfrentarse como visitante con República Dominicana y Canadá.
El puesto 11 en el Mundial de Argentina fue el preludio de la que había sido hasta ahora la generación más exitosa del baloncesto venezolano. A la cita de 1990 acudieron aquellos que luego serían conocidos como los Héroes de Portland: Nelson Solórzano, Rostyn González, Luis Jiménez, Sam Shepperd, Carl Herrera, Gabriel Estaba, Iván Olivares y Alexander Nelcha, entre otros. Para 2002 el cuadro se había renovado. Aunque se mantuvo Herrera llegó la hora de Oscar Torres, Tomás Aguilera, Víctor David Díaz, Richard Lugo y Héctor Romero; la misma base de la representación en Japón 2006, que sin Herrera sumó a Gregoy Vallenilla y Miguel Marriaga.
En el Mundial de China, que se disputará del 31 de agosto al 15 de septiembre, será la primera vez que participen 32 selecciones. Queda una sola fecha en el calendario del torneo clasificatorio, en febrero, y todavía están disponibles 14 cupos. Por América confirmaron su presencia Venezuela, Estados Unidos, Canadá y Argentina, y faltan 3 cupos por asignar. En Europa consiguieron la clasificación Francia, República Checa, Alemania, Lituania, España, Grecia y Turquía y todavía hay 5 puestos disponibles. En Asia, además de los anfitriones, competirán Corea del Sur, Nueva Zelanda y Australia, a la espera de otros 4 equipos. Finalmente África estará representada por Angola, Nigeria y Túnez. Otras 2 selecciones pueden aspirar a un boleto.