Cumple 40 años de nacido el Sandy Koufax de Venezuela
Algunos votantes de la Asociación de Cronistas de Beisbol protestaron en su momento contra el trato recibido por Johan Santana en su primera y única aparición en la planilla de votación del Salón de la Fama de Cooperstown. ¿Cómo es posible que el zurdo venezolano no recibiera siquiera el cinco por ciento de apoyo que le permitiría mantenerse en carrera en futuras elecciones?
No pocos aficionados y periodistas pasan por alto la huella de este nativo de Tovar, Mérida, porque no ganó 200 o más juegos, no ponchó a 3.000 hombres y apenas pudo disputar 12 temporadas en las Grandes Ligas. Pero el Gocho, como todavía le llaman sus seguidores, es mucho más que un puñado de cifras inconclusas. Fue, posiblemente, el mejor pitcher del mundo en la década pasada y dejó una hoja de servicios que ya le ganó un puesto en el pabellón de los inmortales de su primera organización en las Mayores, los Mellizos de Minnesota.
El Sandy Koufax venezolano llegó a 40 años de nacido este miércoles 13 de marzo, mientras pasea por el complejo de entrenamiento de los gemelos y revive los viejos, buenos tiempos que pasó con aquel uniforme.
Ahora es tutor de otros serpentineros. Su estatus en la novena con sede en las ciudades de Minneapolis y St. Paul le ha dado todavía más ascendencia sobre sus émulos. La semana pasada habló para
sobre su sucesor como número uno en esa rotación, el boricua José Berríos, y un par de días atrás trascendió que ha tomado bajo su ala al portugueseño Martín Pérez, recién llegado a esa novena como agente libre.
Está por verse si Santana es tan buen profesor como antes monticulista. Lo que no necesita muchas pruebas es su cercanía a Koufax, indiscutible miembro de Cooperstown, con quien le comparan sus más entusiastas fans.
El merideño se retiró con marca de 139-78, contra 165-87 del estadounidense en los mismos 12 campeonatos. Pero, citando de primero al tovareño, en cada caso, los numeritos dejan muy bien parado al criollo en innings (2.025 y dos tercios contra 2.323 y un tercio), ponches (1.988 contra 2.396), boletos (567 contra 817), jonrones recibidos (220 contra 204), efectividad ajustada (136 contra 131), hits por cada nueve episodios (7,7 contra 6,8), WHIP (1.13 contra 1.11), premios Cy Young (dos contra tres) y WAR (51.0 contra 53.2, según
).
Ambos ganaron la Triple Corona y Santana posiblemente habría logrado un tercer Cy Young, de haberse realizado la votación unos años después de 2005, cuando fue superado por Bartolo Colón, gracias a los juegos ganados del dominicano y a que entonces todavía no imperaba el nuevo análisis en los medios de comunicación.
El venezolano fue especialmente bueno en un lapso particular de su trayecto, entre 2003 y 2010, cuando fue usado como abridor por los Mellizos y los Mets de Nueva York, con 2.89 de efectividad, cinco cosechas sobre 200 entradas, tres lideratos ponchadores, tres de efectividad y una efectividad ajustada de 150 que se traduce así: fue 50 por ciento mejor que los pitchers de su tiempo, en aquellos estadios donde le tocó lanzar.
Santana anunció su retiro el año pasado, al ser entronizado por Minnesota. A partir de 2011 únicamente pudo hacer 21 presentaciones, mientras trataba de superar dos cirugías en la cápsula del codo izquierdo, otra para reparar la rotura del tendón de Aquiles y varios procesos más para sobreponerse a otras dolencias. Así como la artritis terminó tempranamente con el recorrido de Koufax, así pasó con el Gocho, también.
Ahora enseña lo aprendido. El diario
atribuyó a sus consejos el incremento de velocidad en la recta de su compatriota Pérez, que está soltando la bola a 97 millas por hora, casi cinco millas por arriba de su media en la justa anterior, mientras copia el windup del tirador andino y ataca a los bateadores en la zona de adentro, como hacía sin miedo su antecesor.
El oriundo de Guanare tiene 2.00 de efectividad en los juegos de exhibición y ha sido una de las sorpresas más agradables en la primavera de los gemelos.
“Nos sentamos cada mañana, para hablar de beisbol y de la vida”, declaró Pérez. “Es una gran persona, un gran profesional. Quiero aprender de él”.
Santana podría estar todavía activo en la gran carpa, a sus 40. En cambio, ya estrenó la chaqueta azul que entregan a los inmortales de Minnesota y dentro de un año, cuando entre a la papeleta, conseguirá también un merecido lugar en el Museo y Salón de la Fama del Beisbol en Venezuela.