Los Marlins madrugaron las intenciones de Martín Pérez
Ajustarse al tiempo es necesario para cualquier escapista. Estar en aprietos, medir con exactitud el peligro, aplicar un plan establecido y poder burlar eufóricamente la tragedia. El más conocido en la historia del ilusionismo es Harry Houdini. Y si hubiese que buscar a alguien que tenga esas mismas características para trabajar en el beisbol actual no sería descabellado pensar en el lanzador venezolano Martín Pérez.
Antes del encuentro de anoche, el zurdo tenía 11.23 hits permitidos por cada nueve innings, esa era la tercera peor cifra entre los iniciadores estelares en las mayores. No obstante, su efectividad era de 4.72 que, si bien no es buena, resultaba mejor que la de algunos serpentineros con un promedio menor de imparables; por ejemplo, Tyler Chatwood (4.74 de efectividad y 7.96 H/9).
Pérez salió contra los Marlins de Miami con la intención de hacer uno de sus acostumbrados actos de escapismo. Pero fue madrugado. Los peces no le dieron ocasión para que pudiera descifrar el verdadero peligro.
Los dos primeros bateadores rivales castigaron al siniestro de los Rangers de Texas. Inicialmente fue Dee Gordon con un doblete y después Giancarlo Stanton con un cuadrangular, al pescar una recta de 92 millas por hora. Así como así los rancheros sufrieron un daño del que no se recuperarían y que desembocaría en la derrota 4 a 0. También fue un revés para Pérez, quien ahora tiene foja de 5-8.
Sin embargo, a pesar de la tempranera bofetada, el portugueseño se recuperó a medida que transcurrían los innings. Lo hizo a su manera: viviendo al borde y burlando los despeñaderos. Sacó el séptimo capítulo, antes de irse a las duchas, con siete indiscutibles tolerados, tres carreras limpias aisladas, dos boletos y tres ponches propinados.
Para enaltecer más su capacidad de esquivar las tragedias, su efectividad disminuyó a 4.67 que, aunque no es élite, está un poco más cerca de su guarismo vitalicio (4.36).
Por su parte, el receptor Wilson Ramos sufrió un batazo en el encuentro entre los Rays de Tampa Bay y los Orioles de Baltimore. El careta fue impactado en la cabeza, mientras estaba agachado tras el plato. Fue retirado en el quinto tramo, pero salió caminando, aunque con una cortada. Su condición es de día a día.