Marwin González conecta jonrones en cualquier posición
A.J. Hinch, manager de los Astros de Houston, siempre suelta una frase cuando algún reportero alza la voz y le pregunta algo con respecto a Marwin González: “Lo puede hacer todo”, son las palabras recurrentes en esos casos. Tal vez parezca repetitivo y rutinario, pero el piloto no puede decir otra cosa. El venezolano no tiene una posición fija y aun así vive una gran temporada.
Hinch lo ha colocado esta campaña como jardinero izquierdo, allí ha jugado 224 innings. También como inicialista (137 episodios), campocorto (154), tercera base (121.2), camarero (66.2) y guardabosque derecho (4). El bolivarense no solo ha sido un utility de lujo, sino uno de los mejores bateadores del equipo.
El viernes llegó a 20 cuadrangulares, la misma cantidad que Carlos Correa y la segunda mejor entre los siderales. Solo George Springer posee un número mayor con 27.
Lo más destacable es que González pega vuelacercas independientemente de la posición que tenga que defender un día. Es el mejor ejemplo de adaptabilidad que se puede encontrar por estos días en el beisbol. Ha dado seis estacazos como patrullero izquierdo, cinco como primera base, cuatro en segunda, tres en tercera, uno en el rol de torpedero y otro como paleador emergente.
En la mayoría de las posiciones su promedio de bateo es de más de .300, sinónimo de excelencia. La excepción es como camarero. Bajo esa responsabilidad ostenta un average de .242 y .718 de OPS (sumatoria del embasado y el slugging).
La adaptación de González también es visible en las diversas casillas de la alineación de Houston. Ha dado cinco bambinazos como quinto bate, dos de sexto, seis de séptimo, cinco de octavo, uno de noveno y otro de segundo. El único rol que no ha fungido es el de iniciador del orden. Para completar su parentesco con una navaja suiza, es ambidiestro. Por todo eso, Hinch insistirá: “Lo puede hacer todo”.
