Solo una catástrofe dejaría sin postemporada a Boston

Conforme transcurren los días en las Grandes Ligas diversos son los panoramas que comienzan a despejarse y otros que por el contrario tienden a nublarse un poco más.
El primer caso es la batalla por la cima de la División Este de la Liga Americana, en la que los Medias Rojas de Boston lideran cómodamente tras una contundente barrida el fin de semana frente a su más cercano perseguidor y archirrival, los Yanquis de Nueva York
Las cuatro victorias en fila que obtuvieron en el Fenway Park causaron que los patirrojos tomaran una ventaja de nueve juegos y medio con respecto a los Bombarderos, cuando resta al menos cincuenta juegos de ronda regular para cada uno.
Con esta diferencia y la gran manera en la que han jugado, todo indica que la escuadra de Boston estará en la postemporada por tercer año consecutivo. Aunque no es imposible, solo una catástrofe impediría que avancen hasta los playoffs.
Ningún otro equipo en todo el circuito ha tenido mejor ritmo ganador que los Medias Rojas, que hasta ayer exhibían récord de 79-34 y .699 de porcentaje de victorias; o lo que es lo mismo decir: de cada 10 juegos ganan 7. Bajo esta media, la proyección los deja para finalizar la campaña con 34 triunfos más y 15 derrotas.
Para que los Yanquis, que antes de la jornada de ayer tenían 68 lauros y 42 reveses,  puedan por lo menos igualarlos tendrían que enrracharse y vencer en 45 de los 62 partidos que les faltan por disputar en el calendario regular. No es improbable, pero resulta muy difícil.
Ni siquiera los campeones Astros de Houston han dominado tanto el beisbol este año, a pesar de que cuentan con la mejor rotación de abridores. Aunque el pitcheo de Boston no se queda atrás.
Los lanzadores que tiene bajo su mando el manager Alex Cora, segundan a los siderales en casi todos los departamentos; sin embargo, ha sido la ofensiva la que realmente los tiene en la cúspide de la Americana.
La gran temporada con el madero de Mookie Betts y J.D Martínez, ambos candidatos al premio de Jugador Más Valioso, junto con el accionar de Andrew Benintendi, han sido los causantes de que el emblemático equipo de Nueva Inglaterra goce de una inmejorable oportunidad para alcanzar la segunda fase del torneo y además surja como uno de los principales favoritos para estar al menos entre los dos participantes de la Serie Mundial.