La última travesía de un capitán de navío llamado Endy Chávez
En la localidad de Tocuyito, al oeste del estado Carabobo, nació hace 40 años uno de sus hijos más ilustres: Endy Chávez. El jugador debutó en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional durante la temporada 1996-1997 con el uniforme de los Navegantes del Magallanes y desde entonces no hizo otra cosa, sino ganarse el corazón de todos y cada uno de sus aficionados.
Cuando Chávez hizo su irrupción en la nave turca, el equipo contaba con grandes nombres en sus filas, que lo hacían tener un papel secundario. Hombres como Edgardo Alfonzo, Richard Hidalgo, Álvaro Espinoza y el mismo Melvin Mora, entre otros, formaban parte de una galera que se tornaba como una de las escuadras más temibles de todo el circuito.
Con el pasar de los años, gracias a sus buenas actuaciones tanto defensivas como ofensivas, el delgado patrullero central fue conquistando espacios en la tropa filibustera hasta que se consagró como uno de los jugadores más importantes que se haya ataviado con el uniforme eléctrico.
De hecho, durante las últimas campañas se convirtió en el capitán de navío y terminó como uno de los bateadores más prolíferos en la historia del emblemático club tras ubicarse terceros en hits conectados, mismo lugar que ocupa en cuanto a carreras anotadas y turnos consumidos, mientras que el líder de todos los tiempos en carreras anotadas.
Con este amplio palmarés en el que también entran otros logros, tanto individuales como colectivos que lo convirtieron no solo en uno de los favoritos de la afición valenciana; sino también en todo el circuito. Aunado al inexorable paso del tiempo; Endy Chávez tomó la decisión de qu esta sería la última travesía de un tripulante con más de 20 años de servicios.
“Estoy entusiasmado. Disfrutando de cada inning, cada jugada, cada batazo, porque de verdad esa fue mi intención, estar claro desde un principio de que esta va ser mi última temporada y quiero celebrarlo junto a la fanaticada y mis compañeros”, manifestó el excelso defensor de la pradera central justo antes del que será uno de sus últimos juegos frente a los Leones del Caracas, una de sus víctimas favoritas.
Precisamente los enfrentamientos entre los eternos rivales va a ser uno de los elementos que Chávez más va a extrañar cuando decida alejarse como jugador activo de los terrenos, pues cree que lo que se vive en las tribunas con los aficionados, no se vive en ninguna otra parte.
Tan impactante fue el transitar del carabobeño por la pelota venezolana, que durante su presentación para consumir el primer turno del juego del domingo frente a los Tiburones de La Guaira, todo el público que se dio cita al Estadio Universitario, incluidos los guairistas, lo recibieron con una estruendosa ovación.
“De verdad no me lo esperaba. Fue sorpresivo. No esperaba esa reacción. Nunca en mi carrera había tenido la necesidad de quitarme el casco y saludar a la fanaticada en un estadio visitante”, reconoció Chávez.
De alumno a profesor. En sus inicios en la liga Chávez contó con muchos mentores, tanto en el clubhouse magallanero, como fuera de los estadios; por lo que ese aprendizaje lo han llevado ahora a transformarse en transmisor de mensajes de ayudas y consejos para la nueva camada de peloteros que emergen en el dogout.
“Les he dicho que me aprovechen. Que no tengan miedo de preguntar, porque yo estoy dispuesto a ayudarlos. Desde cómo me preparo hasta lo que se debe hacer o no dentro del diamante. Mientras haya comunicación y respeto para con los demás, las cosas fluyen bien”, explicó el inmutable toletero, que fue su perfil bajo el que lo ha caracterizado a lo largo de su vida profesional, no solo en Venezuela, sino también en Estados Unidos.
A pesar de que en lo que se ha visto de él durante las dos primeras semanas de acción en la LVBP, deja para pensar que aún tiene mucho por ofrecerle al beisbol, Chávez ya tomó la decisión de ponerle punto final a su magistral historia y no existen las posibilidades de que pueda recular.
“No voy a seguir. Estoy bien claro que fue una decisión que venía sopesando desde hace varios años atrás. Yo estoy enfocado en tratar de mantenerme saludable lo más que pueda para ayudar al equipo y si es de terminar una campaña, teniendo buenos números, pues bienvenido sea porque así es que yo quiero que la gente me recuerde”.
Lo de Endy Chávez no será un adiós al deporte que lo consagró. De acuerdo con sus propias palabras, se trata solo de un hasta luego. Porque si bien ahora mismo va a dedicar tiempo a su familia y a varios proyectos personales, no descarta la idea de volver a los estadios en un futuro no muy lejano como técnico. “Dios mediante me verán de vuelta en los terrenos, ya sea como coach o cualquier otra labor”, sentenció.
La Frase