Willson Contreras tuvo la mejor jornada ofensiva de su carrera

Cuando el 3 de mayo Yangervis Solarte tuvo una de las jornadas más sobresalientes para venezolano alguno en las Grandes Ligas y de la que tanto se habló, lucía difícil que existiera alguien que pudiera opacarlo. O al menos por algún lapso considerable.
No era para menos. La actuación del utility, que terminó en aquella ocasión con siete carreras empujadas, un par de jonrones, incluido un grand slam, y ocho hits en diez turnos repartidos en una doble cartelera, ocupó los principales titulares de los medios de comunicación no solo en Venezuela, sino también en estados Unidos y Canadá.
Pero Willson Contreras no dejó transcurrir mucho tiempo para emular lo realizado por su compañero, al menos en cuanto a los cuadrangulares y a la producción de anotaciones.
El joven receptor fue la bujía para que los Cachorros de Chicago despacharan a su rival de ciudad, los Medias Blancas, con paliza de 11 a 2, luego de cerrar el día con dos jonrones, entre los que se contabilizó el segundo grand slam de su carrera, y siete compañeros llevados hasta el plato.
Aunque esa no fue su única producción. El carabobeño también pegó un par de dobletes y anotó otras tantas veces para terminar con  cuatro imparables en las cinco visitas que tuvo al home plate.
Tan sobresaliente fue la actuación del jugador de 25 años de edad que, de acuerdo a diversos portales estadísticos, se convirtió en el primer careta con cuatro extrabases y siete empujadas, desde que lo hizo el miembro del Salón de la Fama, Mike Piazza, en 1995 con el uniforme de los Dodgers de Los Ángeles.
La afición de los oseznos disfrutó de la mejor actuación de uno de sus consentidos justo el día en que el equipo les obsequió los populares muñecos de cabeza grande o “bobbleheads” de Willson Contreras.
Por el conjunto patipálido estuvo Yolmer Sánchez, que se fue de 4-1 como cuarto en el orden al bate. José Rondón falló en su único turno como emergente y Luis Avilán lanzó una entrada en blanco, con un imparable permitido y un par de ponches.
Indetenible. Odúbel Herrera llegó ayer a 40 juegos consecutivos embasándose luego de despachar un jonrón solitario en el primer inning del juego de los Filis de Filadelfia contra los Mets de Nueva York. Es el quinto venezolano que lo logra y se acerca a la marca de Bob Abreu, quien tuvo 48.