Desafío Urbano: la película que apostó por el talento musical venezolano
es una película venezolana que narra la historia de un grupo de jóvenes que, a pesar de estudiar en un conservatorio de música clásica, incursionan en ritmos urbanos y se inscriben en un concurso internacional para demostrar sus habilidades.
“La película
es una propuesta musical para la gran pantalla", dijo Oscar Rivas Gamboa, productor y director de la película, en exclusiva a
Cuando el grupo de alumnos comienza a hacer música urbana inician los problemas en el conservatorio, ya que el director dice que este tipo de género es del "demonio”.
“Todos los conflictos inician porque el director es muy estricto, pero los muchachos se van involucrando y deciden inscribirse en el festival de música más importante y prestigioso de Latinoamérica que se desarrolla en Punta Cana”, contó.
La historia narra la vida de un joven interpretado por Jesús, del dúo Jesús y Yorky, quien entra al conservatorio por una beca que obtiene por su talento musical. Después de lograrlo, enfrenta dificultades por no poseer el estatus social de sus compañeros.
“Tenemos al personaje que interpreta Jesús Ceballos, hijo de un jardinero, al que todo se le hace más difícil, pero que se va ganando el respeto a través de la música y cada vez convence más al público y a los compañeros, que de cierto modo lo rechazan por no tener la misma condición económica”, indicó.
tiene como antagonista a Tito “el galancito”, interpretado por Tito Gómez, un chico adinerado que piensa que por tener dinero puede conseguir todo lo que se propone.
Para seleccionar al elenco de la película se realizó un
en el que se buscó que los actores tuvieran condiciones vocales enfocadas al género urbano y que cumplieran con el perfil psicológico de cada uno de los personajes.
El elenco juvenil está integrado por Jesús y Yorky, Dj Pana, Tito Gómez, Valery Roseti, Bárbara Di Flaviano, Nathali Acedo y Franyeli Dasilva. Las jóvenes interpretan a las bailarinas del conservatorio que apoyan al grupo cuando comienzan a cantar música urbana.
En la propuesta musical, trabajada con acento neutro para su internacionalización, participan los primeros actores Antonio Delli, Jessika Grau, Ana Karina Casanova y Antonio Cuevas.
Rivas Gamboa aseguró que los jóvenes, a pesar de no ser actores consagrados, dedicaron todo el esfuerzo necesario para prepararse y desarrollar sus personajes.
“Hicimos un trabajo de preparación para los muchachos con un coach de actuación, de acento neutro y de acuerdo con el perfil de los personajes, lo lograron. Ellos tenían todas las ganas de comerse al mundo y se ve reflejado en la película de 103 minutos”, comentó.
Para el director, los musicales fueron lo más emocionante porque los actores ofrecieron lo necesario para grabar "la batalla final".
“En los musicales está esa magia que los muchachos ponen cada día cuando van a realizar cualquier proyecto y deja un mensaje bonito, sobre todo una reflexión en el venezolano que está viviendo momentos críticos", señaló.
Describió a los actores como jóvenes apasionados por lo que hacen, que siempre tenían la energía necesaria para repetir las tomas diez veces más si era necesario.
“Los puedo describir de una sola forma: apasionados por lo que hacen. Se involucraron de una manera importante. Por no tener la experiencia yo dudé al momento del rodaje, pensé que iba a ser complicado, pero la pasión lo logró todo”, aseguró.
Del proceso de preproducción, producción y postproducción, quedó el aprendizaje, el cansancio y la satisfacción de tener un producto venezolano que puede ser exportado.
“Para mí fue importante trabajar con muchachos que tienen esas ganas de comerse al mundo y con primeros actores, fue una maravillosa experiencia”, comentó.
Para Rivas Gamboa, lo más significativo del proyecto
fue poder dejar un mensaje a la audicencia de que no hay sueño imposible de lograr, si se pone esfuerzo y dedicación para alcanzarlo.