Suiza puso fin al secreto bancario y dio información financiera
La Administración Federal de las Contribuciones de Suiza precisó este viernes que procedieron a un primer intercambio automático de informaciones, transmitiendo a las autoridades fiscales de decenas de países datos de aproximadamente dos millones de cuentas bancarias.
La AFC especificó en un comunicado que no puede dar ninguna información sobre el volumen del patrimonio financiero que contienen esas cuentas bancarias, pero si los datos personales. La información intercambiada fueron el nombre, la dirección, el país de residencia y el número de identificación fiscal, así como las indicaciones sobre la institución financiera que declara, el saldo de la cuenta y los ingresos de capitales.
Suiza tiene previsto que se intercambie información bancaria con los países miembros de la Unión Europea y con otros nueve territorios como Australia, Canadá, Corea del Sur, Guernsey, Isla de Man, Islandia, Japón, Jersey y Noruega. Las entidades de Chipre y Rumanía están por ahora excluidos del intercambio dado que todavía no cumplen con las exigencias internacionales en materia de confidencialidad y de seguridad de datos, precisó la AFC.
La nación especificó que la transmisión de datos con Francia y con Australia está retrasada, dado que estos dos países no pueden por ahora entregar sus datos por razones técnicas. La Confederación Helvética no ha recibido aún los datos de Croacia y Estonia, aunque no se ha precisado la causa.
El intercambio se hará a partir de ahora cada año y se espera que en 2019 se intercambien datos con 80 países. El Foro Mundial sobre la Transparencia y el Intercambio de Informaciones con Fines Fiscales de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, que impulsó el fin de este secreto bancario, controlará el proceso.
La plaza financiera suiza, una de las más importantes y reputadas del mundo, había tenido hasta ahora el secreto bancario como uno de los pilares de su actividad y también uno de sus mayores atractivos, que durante décadas ha permitido ocultar grandes patrimonios al fisco.
