Achraf-Cristiano protagonizarán un duelo madridista en Moscú

Existen aún muchas dudas en torno al once que el entrenador de Marruecos, Hervé Renard, desplegará el miércoles para el partido del estadio Luznikhi frente a Portugal, vital para ambos equipos.
Pero de confirmarse las previsiones, podría deparar un duelo habitual en la ciudad deportiva del Real Madrid pero que los aficionados nunca han podido presenciar, y que probablemente observará con especial interés el ahora entrenador merengue Julen Lopetegui.
Una carrera de galgos entre la indiscutible estrella lusa, un Cristiano Ronaldo que ha iniciado este mundial tan efectivo como siempre de cara al gol, y el joven Achraf Hakemi, cuyo futuro en el campeón de Europa está en duda para la próxima temporada.
Desde diferentes medios, se apunta que la llegada el técnico vasco resta opciones al magrebí, que podría salir cedido en caso de que finalmente el Real Madrid fichara al donostiarra Álvaro Odriozola, un lateral del gusto tanto del exseleccionador, que lo llevó a Rusia, como de la planta noble del Bernabeu. Al contrario que en el Real Madrid, Achraf suele jugar en la banda izquierda en Marruecos, una posición a pierna cambiada que complica su contribución en ataque y le crea también ciertos desajustes en defensa.
Y lo hace con más continuidad cuando Hervé apuesta por un esquema con tres centrales y dos carrileros de largo recorrido, como hizo en partido inaugural en el estadio de San Petersburgo, en el que tanto el jugador blanco como su compatriota del Leganés Noureddine Amrabat ocuparon las bandas.
Una disposición que no podrá repetir en el estadio moscovita por la lesión del "pepinero", que sufrió un fuerte golpe en la cabeza y hubo de ser ingresado tras el partido en una hospital de la llamada "Venecia rusa".
El extremo regresó a la concentración el domingo, tras pasar 24 horas en observación, pero será baja segura para el choque contra los campeones de Europa, confirmaron a Efe fuentes de la selección magrebí. Medios marroquíes especulan con la posibilidad de que el técnico francés, conocido por la extrema pulcritud con la que examina a los rivales y prepara los partidos, podría decantarse por un simple cambio de cromos e introducir a Mendyl (Lille) por Amrabat en la línea de cinco.