9 mitos sobre el sueño que no se deberían creer
El sueño es una de las mayores preocupaciones modernas. Y no es para menos, el estado de ánimo, la energía e incluso la salud dependen en gran medida de los buenos hábitos de descanso. Por eso, un estudio publicado en la revista científica Sleep Health, de la National Sleep Foundation, confrontó mitos y realidades del sueño y examinó factores genéticos, psicológicos y ambientales que juegan un rol fundamental en la regulación del descanso nocturno.
Falso. Según estudios, consumir alcohol reduce el sueño latente y causa interrupciones durante la segunda mitad de la noche, dañando el descanso.
Moderadamente falso. Si bien algunas personas se quedan dormidas mientras ven televisión, los expertos afirman que la luz de la pantalla afecta la calidad del sueño.
Falso y perjudicial para la salud. Realmente, los adultos que duermen menos de cinco horas al día a la larga tienen problemas cardiovasculares, metabólicos, mentales e inmunológicos. Los expertos recomiendan dormir, al menos, siete horas.
Moderadamente falso. Hay varios estudios que relacionan a los adultos que duermen más de ocho horas con una mayor mortalidad. Ahora, en el caso de los niños es muy importante que estos duerman más de ocho horas, para que descansen y se desarrollen bien.
Falso. Quedarse dormido en cualquier lugar y en cualquier momento puede ser señal cansancio extremo o de apnea obstructiva del sueño, enfermedad que ocasiona varios accidentes al año de conductores que se quedan dormidos. Además, puede llevar a una deficiencia crónica de sueño.
Falso y perjudicial para la salud. Se ha comprobado que los trabajadores con turnos nocturnos duermen menos tiempo que los diurnos. Esto aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes o la depresión.
Falso. Las personas que se quedan en la cama cuando no pueden dormir tardan más tiempo en quedarse dormidas. Lo recomendable es salir de la cama y regresar a ella solo cuando se vuelvan a sentir ganas de dormir.
Falso. Las interrupciones del sueño no son buenas. Entre otras cosas, causan disminución de la flexibilidad mental y alteraciones en el estado de ánimo.
Falso. Si bien se presenta una menor actividad cerebral, durante el sueño se eliminan los desechos neurotóxicos. Por eso es tan clave para la salud mental el dormir bien.