¡PROVOCA LLORAR! Los “nuevos hábitos” que han adquirido los venezolanos gracias al “Socialismo del Siglo XXI” (+Fotos +Video)

La crisis en Venezuela ha ocasionado que los ciudadanos tengan que adquirir nuevas costumbres para adaptarse a la realidad, sobre todo, económica. Sin embargo, si existe algo cierto es que el llamado “socialismo del siglo XXI” ha hecho surgir muchas
“malas costumbres” o mañas en la población.
Más allá de los nuevos hábitos alimenticios producto de la escasez y la hiperinflación, también
han cambiado la forma de ser
y, en gran medida, la cultura de los venezolanos.
En la calle, las personas se muestran hostiles y molestas; la tolerancia se ha convertido en un valor prácticamente ausente de las conversaciones entre ciudadanos del mismo país, sobre todo cuando se toca el tema de la política; y las personas se
han tornado más desconfiadas unas de otras.
Sin embargo, eso no lo es todo. Existen más actitudes nuevas que definen la renovada
“cultura venezolana”.
Colas para todo y para todos
Si hay un hábito que se ha creado para quedarse en la cultura colectiva es el de hacer cola por todos, aunque no sea necesario. Muchas veces, basta con que dos personas se ubiquen una detrás de otra en la entrada de un establecimiento para que, progresivamente, la cola vaya creciendo sin que nadie sepa, a ciencia cierta, el motivo de la aglomeración.
No falta el osado que, quizá pensando que es el único que no sabe el motivo de la cola, pregunta: “¿Y esta cola para qué es?”. Si no es de su interés, o si no se está vendiendo ningún producto de primera necesidad, se retira y, con él, muchas veces, otros ciudadanos hacen igual.
Del mismo modo, si llega un camión a un establecimiento de venta de alimentos, no faltan personas que, ansiosamente, esperan fuera del lugar a que surtan el local y poder comprar lo que sea que traiga el camión.
Más “viveza criolla”
La conocida “viveza criolla” siempre ha existido en el argot venezolano. Se hacían chistes al respecto, pero hoy en día es, cuanto más, una situación triste que ha sumido a la población en una situación de desconfianza mutua que difícilmente podrá repararse.
La venta de productos de primera necesidad defectuosos o a sobre precio para obtenerle una “ganancia” a costa de la necesidad de otros es, tristemente, el pan de cada día en el país.
Saqueos
Esta ha sido una de las prácticas más vívidas y más duras que ha aparecido en los venezolanos. Se trata de un círculo vicioso: no hay alimentos y, por eso, saquean locales y camiones de comida, pero eso no va a traer más comida; todo lo contrario, va a generar más inflación.
Solo en enero, se reportaron más de
107 saqueos en el país.
Sin embargo, eso no es lo peor del caso. Los saqueos han escalado hasta convertirse en vandalismo.
No se roban solo alimentos
, sino licores, juguetes y hasta destruyen tiendas enteras.
Malas caras y mala educación
A diario, basta con ver las caras de las personas que se encuentran en la calle. El pesimismo y el mal humor imperan por doquier. Al mínimo asomo de mal gesto o de desacuerdo, cualquier ciudadano puede comenzar a lanzar
improperios y malos tratos a otro.
En los servicios de transporte público, desde el conductor hasta los mismos pasajeros discuten ante cualquier malentendido. Los “buenos días” o “buenas tardes” son prácticamente inexistentes y, a quien se atreve a darlos, se le mira como a un loco. Es como si quisieran decirle:
“¿Qué tienen de buenos?”.
“Me tienen que ayudar”
Una de las peores ideas que ha sembrado el socialismo del siglo XXI en los venezolanos es que, ante cualquier problema que tenga, aunque haya sido por causa propia,
debe haber “alguien” que los ayude.
Esto ha generado el rechazo de muchos países receptores de la diáspora venezolana, como es el caso de Colombia en donde un buen número de ciudadanos provenientes de Venezuela se asentaron a vivir en plazas y en una cancha en Cúcuta.
La situación le estaba reportando problemas de seguridad, orden público y limpieza a la comunidad que solicitó se sacara a los venezolanos de ella.
Bajo la idea de que
“los tenían que ayudar” por la crisis de Venezuela
y porque alguna vez los colombianos llegaron al país y no se les cerraron las puertas para nada.
División
Sin lugar a dudas, un mal que ha exacerbado el socialismo en los venezolanos es la
división y la falta de tolerancia mutua. 
Las ideas políticas han ocasionado que familias enteras se enemisten y que se cometan crímenes por poseer pensamientos distintos a nivel
ideológico
.
Precisamente, en el marco de la intolerancia, hace poco, una mujer apuñaló a su esposo porque este le manifestó que iría a una marcha chavista. Lo peor no fue el hecho en sí, sino las reacciones de muchos venezolanos que aplaudían esta conducta.
Redacción Maduradas
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