El fútbol brasileño piensa en grande
Brasil es un país conocido por generar grandes estrellas del balompié mundial. Quizás, el fútbol y su sociedad vayan de la mano. Nadie podría objetar que son una potencia en este deporte y los cinco mundiales ganados justifican esta apreciación. Una vez que el fichaje de Dani Alves se oficializó por el conjunto de Sao Paulo, la liga brasileña vive un nuevo renacer y muchos se preguntan ¿qué está pasando?
El mítico lateral de la Canarinha no es el único nombre que resuena en el mercado de fichajes en suelo carioca, debido a que numerosos jugadores hayan regresaron al campeonato brasileño. Filipe Luis, Juanfran, Rafinha y Gerson Santos figuran como los futbolistas que van a elevar aún más el valor del torneo.
Una de las cosas que destacan de la forma en que se están reforzando los conjuntos más laureados de Brasil, es la inteligencia en el mercado de fichajes. Si hacemos un análisis de la adquisición de Alves por el tricolor paulista, podremos encontrar que su traspaso no tuvo costo alguno, puesto que llegó libre al club.
Con el caso de Juanfran, Filipe Luis, Rafinha, Evandro y Lucas Venuto, se escogió la misma fórmula que en definitiva evita a estos equipos desembolsar grandes sumas.
Este es un elemento no menor que resalta el trabajo de las direcciones deportivas a la hora de estar atentos a figuras que se encuentren sin contrato en vigor y puedan ayudar a las plantillas mejorando el material de los entrenadores.
Hasta el italiano Mario Balotelli, de acuerdo a algunas informaciones, se estaría trabajando para llevarlo a Brasil con el mismo plan, una vez que se encuentra sin compromisos con ningún equipo.
"Es un gran jugador. Tuvimos contacto y él demostró interés en jugar en el Flamengo, pero no avanzamos nada más de eso, por lo menos por ahora", indicó el mandamás del Flamengo, Rodolfo Landim.
Para trazar proyectos deportivos con jugadores con tanto cartel se necesita una gran cantidad de dinero y muchos de los equipos de la liga brasileña están demostrando tenerlo. El valor del mercado de muchas entidades es alto, tomando en cuenta el resto de los clubes del continente.
Por colocar un ejemplo, Sociedade Esportiva Palmeiras, ocupó el puesto número 30 de los equipos que más ingresaron dinero en 2018, según una investigación realizada por el banco de inversiones Itaú BBA; que se valió de datos públicos que los mismos equipos difundieron.
Solamente Palmeiras, ingresó 654 millones de reales (163 millones de dólares), de los 5.100 millones de reales (1.275 millones de dólares) que lograron facturar el resto de clubes. Por su parte el Sao Paulo FC se ubicó en el tercer escalafón en esta lista con 399 millones en ingresos (100 millones de dólares).
Todo esto deja como resultado que las entidades brasileñas cuentan con suficiente fuerza económica para sostener sueldos como los de Dani Alves, quien se embolsará en definitiva 4,2 millones de euros por las tres temporadas que señala su acuerdo con los paulistas; dejándolo posicionado como el mejor pagado del torneo.
La historia brasileña también lo hace atractivo. Todos estos elementos configuran razones que explican el movimiento en el balompié carioca. Sin embargo, aún se escapa uno y es aquel que representa la historia del “Joga bonito”.
El mundo ha disfrutado de grandes estrellas en el fútbol y precisamente el semillero que sirvió de trampolín fue la competición brasileña. Esto sin duda hace más atractivo para futbolistas que van de salida, tener un sitio donde seguir compitiendo al más alto nivel.