Los apagones pueden causar inundaciones en el Metro de Caracas

Este viernes 29 de marzo fue reanudado el servicio del Metro de Caracas luego de la suspensión de cuatro días por el apagón que se registró el lunes. Durante el mes de marzo, y debido a las fallas eléctricas que afectaron el territorio nacional, el transporte subterráneo estuvo inoperativo 11 días.
El ingeniero Alberto Vivas, coordinador de Familia Metro, informó que se intentó restaurar el servicio el martes pero no hubo resultados, pues por la gran cantidad de energía mínima que requiere el transporte subterráneo se generó un apagón en numerosas zonas de la Gran Caracas.
“El Metro de Caracas es una de las empresas en la capital que mayor consumo de electricidad tiene; necesita 69 kilovatios mínimo para poner en funcionamiento el servicio. Se han estado realizando pruebas de restablecimiento del sistema y, cuando se intentan colocar los 69 kV que requiere el Metro, hay caídas de tensión en el área capital”, explicó Vivas para
El servicio de trenes estuvo operativo siete días después del primer apagón masivo. Luego de su restablecimiento, los usuarios denunciaron que presentaba retrasos y constantes desalojos de los vagones de las diversas líneas.
El ingeniero Vivas advirtió que desde el pasado 7 de marzo no han funcionado las bombas de achique para la extracción del agua que cae proveniente de las quebradas del Ávila.
“La operatividad del Metro de Caracas depende 70% del servicio eléctrico que recibe. Desde el primer apagón, las bombas de achique no están funcionando y, por lo tanto, hay inundaciones en las estaciones de Ciudad Universitaria, La Bandera y El Valle, pertenecientes a la Línea 3, y la estación Zona Rental”, acotó.
Después del segundo apagón nacional, el pasado lunes 25 de marzo, el servicio fue interrumpido nuevamente cuatro días, lo que dificultó la movilidad de los ciudadanos en Caracas, quienes tuvieron que trasladarse en las escasas unidades de transporte público.
Con la puesta en funcionarmiento del transporte subterráneo los caraqueños tendrán que enfrentarse a las consecuencias de un servicio que empeora constantemente por la falta de respuestos y de personal calificado para atender sus fallas.