Una imagen editada que se hace viral impulsa un drama trágico

Una fotografía enviada a través de un teléfono móvil desata un drama contemporáneo. En 
 seis personajes se ven envueltos en un juego que involucra elementos como los celulares y las redes sociales que podrían definir a la sociedad en el presente. El autor de la pieza, el dramaturgo Gustavo Ott, atrapó las complicaciones que rodean el mundo de los chats en Facebook y el mal uso de filtros en Instagram para describir cómo funcionan las relaciones humanas en los días que corren.
El telón se abre y una mujer en ropa íntima se toma una selfie. Luego busca ayuda en su hija adolescente, quien la adentra en el uso de las aplicaciones móviles que permiten transformar la realidad. Senos abultados, diferente color de ojos, cabello más abundante y una figura delgada son algunas de las características físicas con las que se puede jugar desde la pantalla del celular.
Laura, de 50 años de edad, es una madre soltera y maestra de preescolar con una vida aburrida. A través de Facebook logra recuperar el contacto con un amor del pasado, Denis, quien tiene años de casado y una vida familiar estable, pero que se siente atrapado en la rutina. La pareja comienza a chatear, hasta que ella decide subir la apuesta y le envía una fotografía desnuda que luego de un proceso de edición la hace ver como una modelo. Por designios del destino moderno, la imagen se hace viral y termina en los teléfonos de todos los que rodean la vida de ambos.
“Es un drama humano”, dice el director del montaje, Héctor Manrique. “Es una tragedia muy moderna y propia de los tiempos que corren, en la que el causante de todo es el celular. Estos aparatos nos han ido modificando la vida y además ayudan a reforzar ese juego de espejos que hay entre lo que es, lo que parece y lo que los otros creen que es: está todo ahí. A partir de la manipulación de teléfonos inteligentes que nos vuelven brutos a todos, se destruye un hogar”, recalca sobre la pieza que se estrena hoy y que se mantendrá en la cartelera del Trasnocho Cultural hasta diciembre.
“Es increíble todo lo que puede llegar a suceder por una foto. Las conexiones que se establecen entre los personajes son increíbles”, dice Martha Estrada, la protagonista del montaje junto al mismo Manrique. Ambos encarnan a una pareja cuyo delito es la infidelidad digital. “Facebook es el infierno de las personas felices”, dice el personaje cuando se entera de que su propia familia y todo lo que ha construido por años se disolverá por causa de un desliz cibernético.
Patty Oliveros, Angélica Arteaga, Pedro Borgo y Claudia Rojas completan un elenco que hace reflexionar sobre cómo la tecnología se ha insertado en todo.
Manrique fue jurado del Primer Concurso de Dramaturgia del Trasnocho Cultural, que se realizó en febrero de este año y en el que Gustavo Ott obtuvo el primer lugar con 
. “Las obras participaban con seudónimos. Nos reunimos para discutir la obra ganadora y todos los jurados coincidimos. Cuando se forma parte de un concurso así, uno siempre agradece que haya piezas que después de leerlas, no las puede soltar”, indica el director sobre el texto que también será llevado a escena por Ott en los Estados Unidos a principios de 2018.
Trasnocho Cultural, Las Mercedes
Del 20 de octubre al 10 de diciembre
Viernes, 6:00 pm
Sábado y domingo, 5:00 pm
Entrada: 16.350 bolívares