¿Stranger Things retrató experimentos de Estados Unidos en la Guerra Fría?
de los hermanos Ross y Matt Duffer, volvió a poner de moda los años 80 con una impecable presentación de tres temporadas, hasta el momento, que le han valido a Netflix romper récords con la audiencia que el pasado 4 de julio superó los 40 millones de usuarios, entre otros trofeos.
Esta semana, la serie volvió a ser noticia con la revelación de un Informe Final del Comité Selecto para Estudiar Operaciones Gubernamentales con Respecto a las Actividades de Inteligencia, del 26 de abril de 1976 y archivado en la Biblioteca de Boston, que tiene varias semejanzas con la obra de ficción que desarrolla su argumento precisamente en el contexto de la Guerra Fría.
En el texto, que se encuentra disponible para quienes quieran consultarlo en línea, el equipo de investigadores presenta al Senado de Estados Unidos una serie de conclusiones e irregularidades sobre el uso de materiales biológicos y químicos para alterar el comportamiento humano.
Los proyectos fueron llamados MKUltra y consistían en el uso de una terapia de electrochoque y privación sensorial, con el fin de imponerse en la carrera armamentista que en dicha época Estados Unidos libraba contra la disuelta Unión de Repúblicas socialistas Soviéticas (URSS). Se trató de la Agencia Central de Inteligencia.
El descubrimiento lo hizo el pasado mes el diario británico
que presentó algunos de los más polémicos resultados de los experimentos.
La iniciativa la lideró en su momento Richard Helms, subdirector adjunto de planes de la CIA, quien maniobró para que las personas que trabajaban bajo sus órdenes ni siquiera tuvieran claro quién era la persona a cargo y para qué estaban realizando los experimentos.
Muchos de estos 'sujetos de investigación' permanecieron durante semanas sedados con LSD para luego ser observados con cientos de videos que buscaban documentar si los soldados podían ser adoctrinados, de tal manera que fueran resistentes a los interrogatorios de su enemigo. Todo bajo el temor de Helms de que China y la URSS ya hubiera creado esta especia de 'superhumanos'.
"La radiación, el electrochoque, diversos campos de la psicología, psiquiatría, sociología y antropología, grafología, sustancias de acoso y dispositivos y materiales paramilitares" fueron las herramientas elegidas para tal moldeo de alteración cerebral", registra el documento, al cual
accedió.
Nada distan estos experimentos del retrato que los Duffer presentan de Eleven, la protagonista de
, quien al principio de la serie aparece en unos laboratorios secretos dedicados a alterar el cerebro y las capacidades del ser humano por medio de diversas técnicas.
Como Eleven, quien fue sometida a todo tipo de experimentos que terminaron en que ella desarrollara poderes sobrehumanos, uno de los casos que más suena dentro del informe es uno que estuvo a cargo del Doctor Ewen Cameron, un psiquiatra escocés del Allan Memorial Institute de Montreal.
Cameron suministró a una mujer llamada Val Orlikow, altas dosis de LSD, que fueron combinadas con un poderoso tratamiento de electroconvulsión, lo que resultó en que la mujer perdiera la memoria y además quedara con la edad mental de un niño pequeño.
En 1988, explica el diario británico, Orlikov fue uno de los nueve sujetos a quienes la CIA pagó una indemnización de 750,000 dólares.
Otro de los proyectos polémicos que se pueden encontrar dentro del Informe, es uno que terminó llamándose Stargate y que buscaba que los soldados tuvieran la habilidad de describir lo que sucedía en cualquier punto del mapa.
"Según los documentos publicados por la CIA , Stargate eventualmente involucró la exploración de las posibilidades militares de los poderes psicoenergéticos ("un proceso mental por el cual un individuo percibe, se comunica y / o acaricia las características de un objetivo / persona"), psicoquinesis ("acciones físicas realizadas por mental poderes que no pueden explicarse por medios físicos conocidos "), y ESP y telepatía (" percepciones que no pueden explicarse por medios sensoriales conocidos")", recoge The Telegraph.
Por último, Frank Church, quien fue el senador encargado de presentar el informe finalizado, criticó que "El miedo a la guerra, y sus incertidumbres y dudas concomitantes, fomentó una serie de prácticas secretas que han erosionado los procesos de gobierno democrático de Estados Unidos al involucrar a hombres incluso razonables que terminaron imponiendo restricciones a las libertades del pueblo estadounidense".
De igual forma, Church hace la siguiente inquietante afirmación a comienzos del informe:
"A solicitud de las agencias, el Comité eliminó tres capítulos de este informe: "Portada", "Espionaje" y "Supervisión presupuestaria". Además, dos secciones del capítulo "Acción encubierta de la CIA" y una sección del capítulo "Departamento de Estado" ha sido prestado a solicitud de las agencias. Pasajes particulares que fueron cambiados a petición de las agencias se indican con cursiva y un nota".
"Los nombres de las personas se eliminaron cuando, a juicio del Comité, La divulgación de sus identidades pondría en peligro su seguridad o constituían una invasión sustancial de la privacidad. En consecuencia, nota al pie las citas a testimonios y documentos ocasionalmente contienen solo descripciones relacionadas con los individuo".